
...había una vez un lugar muy lejano, oculto entre el bosque. Dícese que para alcanzarlo debía efectuarse atroz proeza. Un día, cinco jovenes ingenuas osaron traspasar las barreras forestales y lograron mediante años de búsqueda llegar al mágico claro; lo que estas doncellas desconocían es que tras la extensa arboleda se hallaba un místico elíxir que era despedido por la abundante clorofila, y es por eso que no midieron su efecto colateral y terminaron su gran día danzando al compás de la musica inexistente y dormitando en el establo de los unicornios azules sobre la aguja en el pajar pero sin sentirla siquiera... allí donde el oro vale platino y los alfajores valen pepitas de oro, allí donde los langostinos rayados vuelan y los insectos no identificados se aparean en paz, allí donde estas cinco damas de compañia danzaron y rieron y lloraron y comieron perdices caras y fueron felices...